18 febrero, 2015

EL OSCURO SONIDO DE LA PIEDRA

EL OSCURO SONIDO DE LA PIEDRA

Claudio Suárez

Colección Extraviado - 11 -

104 páginas












Temblor dorado


En qué se convertirá 
este pequeño poema lejos de mi corazón
cuando la noche se pronuncie
abandonada. 

Temblor dorado 
delicia frágil, que ofreces una ligera paz
al mediodía 

desde otra orilla, perlado por la brisa.´




Merodeo 


La luna ha merodeado
por el barrio
hasta quedarse encima
de la casa. 

Tal vez 
para decirnos algo 

y disipar así la sombra que nos rige.



Exilios  nocturnos


Sopla el viento 
su enjambre de voces.
Con la muerte en los huesos salpica la impiedad 
del silencio.

Oscuro desafió que enciende
un desierto habitado por la velocidad de la noche
como la línea dura de un astro 
que se astilla.

El tiempo de la soledad 
sacude los presagios, calcula la distancia 
sellando su trama oculta 
ante mis ojos.

No hay más país que este.

¿Quién fue el mago que predijo el exilio

hasta el punto final de las cenizas?

TAMBIÉN AFUERA ES TODO ESTO

TAMBIÉN AFUERA ES TODO ESTO

Laura López Morales

Colección Extraviado - 07 -

80 páginas














algo de necesidad primera 
hay bajo alguna 
de todas estas piedras

golpea
la terca inocencia de las bestias
el cuarzo del buen tiempo 
lo que se desmorona
lo que también funda


si todo existe para ser asumido

aquí debo elegir

entre el derrumbe 

y sus atajos


....


nube sola
dejó tras de sí 
vestigios de posibles dragones

no le sirven
para tocar la tarde

donde duele


....

por el viento de agosto
volvía la nervadura espina 
de los talas

cruzar la tarde
era entonces
un juego de palabras despojadas

imprevistas

para el parpadeo furtivo

de los días

GENÉTICA DE LA LOCURA

GENÉTICA DE LA LOCURA


Deborah Kuperman

Colección Extraviado - 10 -

60 páginas











A veces
como si nada
las palabras se alinean
y escribo versos
para que todo mejore 

A veces
como si todo
los días se complotan
y pienso en la muerte

para que todos mejoren.


....



Me diste de comer
tus ojos
para que entienda tu desgracia
cómo saben tus lamentos

Me inyecté
tu propia sangre
para que me invada tu miedo
que ahora es el mío

y te llevaste 

todos mis recuerdos.